Inversiones contradictorias

Querido Diario:

Mi abuelo decía con frecuencia que «una cosa es hablar de trabajo y otra muy distinta es trabajar«. Mira qué noticia tan poco extraña aparece en la prensa de hoy:

La Iglesia invierte su dinero en una multinacional que fabrica anticonceptivo

Los arzobispados de Madrid y de Burgos han invertido fondos en el laboratorio farmacéutico Pfizer

Fuente: CADENA SER   05-03-2008

La Iglesia española busca la rentabilidad de su dinero, más allá de cuestiones morales, como ya demostró el caso Gescartera. Como hoy contaban los informativos de Cuatro, con sus discutibles inversiones los obispos se han dejado en la crisis de las «subprime» en EEUU casi un 20% de lo invertido. Algunos de sus arzobispados han invertido en Pfizer, una empresa que entre otros muchos fármacos fabrica un anticonceptivo.

Así es como ponen en práctica sus propios prejuicios -que no los del Cristianismo- este conglomerado de dirigentes espirituales que favorecen y alimentan la doble moral de muchos de nuestros conciudadanos.

Cuando el dinero está de por en medio la moral se relaja con asombrosa facilidad.

Eso, Querido Diario, debería de hacernos pensar también a muchos de nosotros cuando invertimos nuestro dinero. Al igual que cuando damos nuestro voto a uno u otro partido político, también deberíamos de investigar lo suficiente para no favorecer con nuestros ahorros asuntos tan turbios y poco éticos como la especulación, la guerra, la pornografía, la explotación infantil y un millón más de etcéteras.

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1 Timoteo 6:6-10

• «Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.»

Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998. 

Ser conservador

Querido Diario:

Siempre he tenido una pregunta de esas que llamamos «existenciales». Y me ha resurgido a raíz de la noticia aparecida hace unas pocas horas: «Ha sido elegido como presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco, un cardenal conservador del lado más duro de la iglesia de Roma», dice la prensa.

Y aquí viene mi pregunta: Me gustaría saber qué se entiende por conservador.

Y que conste que no lo digo solamente por la elección de este hombre purpurado del catolicismo romano. Sino también por aquellos protestantes que así se autodenominan.

A veces me pregunto qué es lo que conservan los conservadores. Porque analizando sus charlas, escritos y alguno que otro de sus manifiestos, tengo serias dudas de que la palabra conservar sea la más adecuada. ¿No sería más fácil manifestarse como cristianos de derechas? Porque eso es lo que manifiestan muchos de ellos. Porque en cuanto a doctrina e interpretación de la Escritura tampoco tienen reparos en adaptarla a la concepción de ese cristianismo de tendencia capitalista que tan bien conocemos en España y que tantos adeptos tiene en Norteamérica.

Pero parece que la palabra conservador está más revestida de una aureola de santidad o moralidad imperecedera. Como si conservara los valores más auténticos y genuinos del Cristianismo, su cultura y sus costumbres sociopolíticas.

Parece que la palabra capitalista o de derechas no está muy bien vista entre cristianos. ¿Será porque son ideologías ajenas al pobre y marginado? ¿Será porque nuestro Señor se identificó precisamente con los del bando contrario? ¿Por qué será?En asuntos de gobierno, tanto en la Iglesia como en el Estado, parece que se pierde muchos postulados. Entre ellos, el del servicio, la humildad, el amor al prójimo, el poner al hermano por delante de uno mismo, el no querer los primeros puestos, etc. etc. Estos se van quedando por el camino poco a poco. Y se suelen perder proporcionalmente al cargo que se aspira.Y por lo visto, cuando se llega al punto deseado es cuando aparece el concepto (o deseo) de conservar. Si. Pero repito nuevamente: ¿Conservar qué? 

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1 Corintios 9:19-23

• «Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos … a los que están sujetos a la ley … a los que están sin ley … Me he hecho débil a los débiles … a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.»

 Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998

Boda de elefantes

Querido Diario:

Mira qué noticia me llegó hace poco:

Un sacerdote bendice la «boda» de dos elefantes en Terra Natura

Un sacerdote bendijo ayer en el parque Terra Natura de Benidorm un simbólico enlace entre dos elefantes. «A veces los animales dan lecciones de convivencia», destacó el padre René Figueroa.

En una emotiva ceremonia oficiada por un sacerdote, «Petita» dio un especial sí quiero a su pareja, «Luka», un ejemplar macho de su grupo que empezó a rondarla en época de celo y desde entonces se ha convertido en su protector. La elefanta fea ha encontrado novio a los 35 años. Ni su delgadez ni sus patas largas ni los mil kilogramos menos que pesa con respecto a sus compañeras, han impedido que «triunfe el amor», en palabras del propio padre René Figueroa, que entre pétalos de rosas, corazones y lazos, colocados para adornar la ocasión, bendijo ayer este original enlace entre los paquidermos.

A las doce del mediodía, comenzaba la ceremonia entre una ligera lluvia que parecía bendecir la unión, como dice el refrán, «boda lluviosa, boda dichosa». Más de un centenar de invitados, los propios clientes del parque que no quisieron perderse el evento, fueron testigos del rito y aplaudieron a los novios lanzando pétalos y coreando «¡vivan los novios!» y «¡que se besen!».

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En otros tiempos… (?), esta noticia me podría haber parecido anecdótica o casi «graciosa»; pero en estos días que vivimos reacciones sociales tan sensibles e intransigentes con lo que a religión y espiritualidad se refiere, este tipo de actos no ayudan a nada en absoluto.

A parte de que a mí, personalmente, me parece una barbaridad y una socarronería por parte del uso y abuso de los «sacramentos» católicoromanos, con su manoseada y prepotente filosofía de tener la autoridad divina y la capacidad para impartir su bendición a través de los curas.

Bendecir la «unión» de dos animales cuando se está cuestionando a «capa y espada» la de dos seres humanos del mismo sexo me parece algo fuera de lugar, por no decir otra cosa.

No estoy justificando el reconocimiento de la homosexualidad por parte de la iglesia (lo digo por aquellos que tan susceptibles están en estos «campos»), sino que me parece de muy mal gusto por parte de este cura utilizar los sacramentos dados por Dios a los hombres en un acto de casi «humanización religiosa» a unos elefantes.

Si este cura no tiene nada más importante que hacer, se podría dar una vuelta por los barrios marginales de Benidorm y por los locales de ocio donde hay auténticos «camellos» y otro tipo de «animales» que están más necesitados de su atención espiritual que los elefantes.

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Mateo 7:6

• «No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.»

 La Biblia de las Américas, (La Habra, California 90631: The Lockman Foundation) 1986, 1995, 1997.

Robert Morrison (y 2)

Querido Diario:

Continuamos con la segunda y última parte de la biografía de este misionero protestante: 

Aprender el chino no es cosa fácil y por aquel entonces era mucho peor, porque no existían diccionarios ni buenos profesores. John Wesley bromeaba diciendo que “el chino era un invento del diablo para que no se pudiera predicar el Evangelio a los chinos”. Milne, un misionero que más tarde sería el ayudante de Morrison, decía que “para aprender el chino se necesita: un cuerpo de bronce, pulmones de acero, cabeza de roble, ojos de águila, corazón de apóstol, memoria de ángel… y la vida de Matusalém”. Además de trabajar en la traducción de la Biblia, Morrison se ocupó de hacer una gramática y un diccionario, para que los misioneros que fueran después de él pudieran aprender el idioma fácilmente.

El que verdaderamente lo ayudó mucho fue un chino llamado Tsae A-ko. Éste iba por las noches a su casa y se ponía a traducir o corregir, mientras que Morrison enseñaba a su amigo chino las verdades del Evangelio. Cerraban bien las puertas y las ventanas para que desde afuera nadie viera lo que hacían porque su vida corría peligro.

Tardó catorce años en traducir la Biblia y dieciséis en hacer el diccionario, que era de cuatro tomos con unas cuatro mil quinientas páginas cada uno.

Tsa A-Ko comprendió finalmente que lo que el misionero le enseñaba era la Verdad y se bautizó en 1814. Tsae A-Ko fue así el primer evangélico chino.

Después de haber traducido al Biblia, el problema fue publicarla, porque las penas para quien imprimiera libros cristianos eran tan severas como para el que enseñara el idioma. Afortunadamente, tras mucho trabajo, Morrison encontró quien lo hiciera, aunque secretamente. El miedo que tenía el impresor hacía que, cuando le mandaba los paquetes con Biblias, los envolvía rotulándolos con un título falso para disimilar el “peligroso” contenido.

Pero Morrison no sólo se dedicó a traducir, sino que llegó a establecer en 1818 una escuela que se llamó Colegio Anglo Chino, conocido después como Ying Wa College. Este colegio fue trasladado a Hong Kong en el año 1843 cuando este territorio pasó a ser controlado por los británicos. Esta institución permanece aún en la actualidad como una escuela secundaria.

Morrison nunca tuvo buena salud y, como trabajaba mucho, nunca se mejoró completamente. Murió casi repentinamente, el 1 de Agosto de 1834, en Cantón (China). Tenía cincuenta y dos años.

Durante su vida consiguió la conversión de poca gente, pero el trabajo que hizo traduciendo la Biblia y preparando el diccionario y la gramática, hizo posible la conversión de miles después de su muerte.

Tomado de: Biografías

Robert Morrison (1)

Querido Diario:

Te voy ha contar la breve biografía de:  

Robert Morrison: el primer misionero protestante en China

Robert Morrison nació en Escocia, en 1782, en una familia muy piadosa, miembros de la Iglesia Presbiteriana. Eran muy pobres y su padre trabajaba fabricando hormas de zapato. Robert tuvo que dejar la escuela siendo muy pequeño para poder ayudarle; pero como le gustaba aprender siguió estudiando en su casa.

A los quince años comprendió lo más importante: que él era un pecador, un hombre perdido, y que para salvarse debía aceptar a Jesús como su Salvador. Él lo hizo y entonces comprendió que su deber era llevar a otros la historia de ese salvador para que todo el mundo pudiera librarse de sus pecados.

Después de trabajar un tiempo en las iglesias de Inglaterra, Morrison se enroló en la Sociedad Misionera de Londres con la idea de convertirse en un misionero a la China. Por entonces ya dominaba el latín, el griego y el hebreo.

En aquel tiempo no había ningún misionero protestante en la China, pero Morrison se propuso ir y ser el primero. Como el principal trabajo que le habían encomendado era el de traducir toda la Escritura al chino se puso a estudiarlo; mientras también se preparaba en Medicina y Astronomía.

En una biblioteca encontró un manuscrito que contenía la traducción de algunas partes de la Biblia. Lo copió y lo estudió detalladamente con la ayuda de un chino que se ofreció para ayudarle. Ese esfuerzo le fue muy útil porque le permitió ahorrar un tiempo precioso antes de emprender su viaje a China.

Para llegar allí tuvo que realizar un viaje de cinco meses. El 4 de septiembre de 1807 llegó a la ciudad de Cantón, al sur del país, enfrente de otra ciudad llamada Macao, una colonia portuguesa. Allí estuvo durante un tiempo. Conoció a Mary Morton, con quien se casó en febrero de 1809.

Morrison tuvo que vencer grandes dificultades. Lo que sabía del idioma no le permitía ponerse a traducir la Biblia, y cuando buscó a alguien que le ayudase a conocer mejor el idioma, nadie quiso hacerlo porque existía una ley que condenaba a muerte a cualquiera que le enseñara el chino a un extranjero.

Finalmente aparecieron dos hombres que habían conocido a unos misioneros católicos y que aceptaron el trabajo, aunque llenos de temor. El miedo que tenían no era tanto a la muerte misma, sino a la forma en que los mataban, en medio de terribles torturas. Hasta tal punto estaban asustados que siempre llevaban colgado en el cuello un pomo con veneno para suicidarse si los descubrían…

El centro de la Biblia

Querido Diario:

¿Sabías que…

…el capítulo más corto en la Biblia es el Salmo 117?

…el capítulo más largo en la Biblia es el Salmo 119?

…el capítulo que se encuentra en el centro de la Biblia es el Salmo 118?

…hay 594 capítulos antes del Salmo 118.

… hay 594 capítulos después del Salmo 118.

Suma estos números y obtendrás 1.188.

El versículo que se encuentra en el centro de la Biblia es el Salmo 118:8. ¿Dice este versículo algo verdaderamente significativo acerca de la voluntad de Dios en nuestras vidas?

La próxima vez que alguien diga que le gustaría encontrar la perfecta voluntad de Dios para su vida  y que quisiera estar en el centro de Su Voluntad, solamente envíalo al centro de Su Palabra.

Salmo 118:8

• «Más vale refugiarse en el Señor que confiar en los poderosos. Mejor es confiar en Dios, que confiar en el hombre.»

Interesante, ¿verdad?

Pues ahora, querido Diario, déjame decirte una cosa: Los capítulos y versículos son una invención humana para facilitar el estudio de los textos. Así que no veas algo «divino» como hacen muchos. Disfruta con su lectura y con sus promesas. Todo lo que nos pueda ayudar en esta empresa siempre será bienvenido.

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Juan 5:39

• «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.»

Reina Valera Revisada en 1960, (EE.UU: Sociedades Bíblicas Unidas), 1998.

La Palabra de Dios

Querido Diario:

«…La Biblia es Palabra de Dios, le pese a quién le pese…»

Así argumenta un amigo católico para combatir las aberraciones dialécticas y morales que -según él- arroja el Gobierno de España contra la única y verdadera iglesia. ¡Bueeeeeeeeeeeeno… No voy a discutir más el tema! Es verdad. El Gobierno de España (que ha sido elegido por la mayoría de los españoles) lleva propuestas de ley (que han de ser también aprobadas por otra mayoría) y en muchos casos no van en consonancia con las demandas de la Biblia para los que son cristianos, que son una minoría. ¿O no…?. Porque es posible que me esté equivocando. Y como en este país se considera que los únicos cristianos verdaderos son los católico-romanos, pues eso me lleva a pensar otro planteamiento: Si la mayoría de los ciudadanos españoles son católico-romanos, y estos van a las urnas para elegir libremente a quienes consideren mas aptos para el cargo… ¿entonces…? Esto me lleva a pensar que, en democracia, tenemos lo que nos merecemos. Pero a pesar de todo eso, el amigo lector de los Diarios de la Locura tiene toda la razón del mundo cuando afirma que la Biblia es la Palabra de Dios. Lástima que tenga que ser su nuevo papa (nuestro amigo Ratzinger) quien ahora quiera darle la importancia que en otro tiempo le habían robado.

VATICANO, 12 Ene. 08 / 08:58 am (ACI).- El Papa Benedicto XVI ha anunciado el nombramiento del Cardenal Marc Oullet, Arzobispo de Québec (Canadá), como Relator General para el próximo Sínodo de los Obispos sobre la Sagrada Escritura. La 12º  Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tiene por tema de “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia”,  se realizará en Roma del  5 al 26 de octubre de 2008. El Santo Padre lo ha convocado para recuperar la importancia de la Biblia en la vida de los católicos y en la evangelización; así como para revitalizar los estudios bíblicos al interior de la Iglesia, afectados por décadas de racionalismo.

Sin embargo, cuando este amigo dice que: «como vemos en el Nuevo Testamento que Jesucristo mismo nombró a Pedro cabeza de la iglesia y le dotó de infalibilidad…» Me gustaría que leyera nuevamente el Nuevo Testamento, porque (como suele ocurrir) alguien lo está leyendo por él. Una cosa es cuando el cura lee el Evangelio en la misa «Palabra de Dios» y otra muy distinta es decir «palabra de la curia romana». ¡Sí!… Es muy distinto.

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Hebreos 4:12-14

• «Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón. No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta. Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos.»

Biblia de Jerusalén, 1976

El coro de Humilde

Querido Diario:

Una hermana argentina (Olga D. S.) me envía la siguiente reflexión:

Se llamaba Humilde y su enorme deseo era cantar para su Señor en el coro de la iglesia. Innumerables veces les oyó cantar y su piel se ponía como la de una gallina cuando entonaban aquellos hermosos himnos y cánticos espirituales. El tronar de las voces resonando en las paredes le atrapaba el alma.

Después de varios intentos fue admitido a los ensayos del coro. Mucha era la paciencia virtuosa de aquellos hermanos. Porque la voz de Humilde nunca se adaptó al sonar de los otros. Chillaba como una verja o gritaba como un gato. Sin embargo, los miembros del coro y especialmente su director no le reprobaron. Pero Humilde se fue dando cuenta de su incapacidad para el canto y que su participación era de todo menos buena para el buen funcionamiento del coro. Un día se apartó a un lugar privado y se puso de rodillas orando de esta manera: «Señor mi Dios: quiero cantar para gloria de tu nombre. Pero ya ves que mi voz no es agradable y no hago más que alterar el sonido del coro». Entonces se oyó una voz del cielo que dijo: «¿De qué coro hablas, Humilde? Porque yo solo te oigo a ti.»

Esta debería ser nuestra dirección cuando queremos levantar una oración a nuestro Dios y Padre. Como no pretendemos cantar como los demás, no pretendamos orar como los demás.  Nuestro Padre nos escucha en el silencio. Y solo está con nosotros en ese hermoso momento.

Bendiciones, queridos locos.

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Mateo 6:6

• «Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.»

Reina Valera Revisada en 1960 (EE.UU: Sociedades Bíblicas Unidas), 1998.

«Julianillo» (y 3)

Traición y martirio

Se cuenta que un día, mientras predicaba en las afueras de Sevilla, compartió el Mensaje de Salvación con un poblador que oficiaba como herrero, obsequiándole un ejemplar del Nuevo Testamento. Este hombre lo delató ante las autoridades, de manera que Hernández debió huir rápidamente.

Por un tiempo logró ocultarse de las garras de la “Santa Inquisición”. Pero la pasión por su llamado pudo más que su instinto vital. Continuó predicando y distribuyendo las Escrituras. Una vez más sería descubierto. Ahora, sería una mujer quien habría de entregarlo. Hernández le había predicado, y ésta se mostró muy interesada por lo que aquél no dudó en regalarle un ejemplar del Nuevo Testamento. Pero la mujer fue a dar aviso inmediatamente a los inquisidores. «Julianillo» huyó, pero enseguida fue atrapado en Adamuz, Córdoba y enviado a una cárcel en Sevilla.

Allí, el Tribunal del Santo Oficio se ensañó con el predicador. Después de haberlo sometido a las más crueles e inimaginables torturas, y de haberle desarticulado la mayoría de sus huesos en el “potro”, fue puesto en una pica en donde se lo quemó vivo. Esto ocurrió en Sevilla el 22 de diciembre de 1560.

Los testigos cuentan que “Julianillo”, cantaba un villancico mientras era trasladado a la pira donde habría de morir. “¡Vencidos los frailes, vencidos van! ¡Corridos los lobos, corridos van!”

Su legado

Si bien la Inquisición española logró frenar la expansión protestante en la península, no pudo matar las ideas.

Se cuenta que Hernández escondió algunos ejemplares del Nuevo Testamento en el lugar menos pensado para buscar: en un convento. Esta muestra de extraordinaria audacia tendría frutos no menos extraordinarios. La Palabra llegaría a manos de los propios monjes, muchos de los cuales serían movilizados por ella. En el convento de San Isidro, el lugar donde Hernández había escondido sus ejemplares, se encontraban nada más y nada menos que Cipriano de Valera y Casiodoro de Reina. Ellos y otros sacerdotes llegaron a conocer la Verdad del Evangelio, por lo que fueron considerados protestantes herejes, debiendo huir del país para salvarse de la muerte a manos de la Inquisición.

La versión completa de la Biblia en español traducida por Casiodoro de Reina y luego corregida por Cipriano de Valera (conocida como la Biblia Reina-Valera) ha sido la herramienta más poderosa que se haya conocido para la difusión del Evangelio en el mundo hispano, trascendiendo los tiempos y continentes. ¡Gracias Julianillo!

                                                   

Tomado de: http://www.biografas.blogspot.com/

«Julianillo» (2)

Querido Diario:

Continuamos con la historia de ayer:

LLEVANDO LA PALABRA A SUS COMPATRIOTAS

Junto a otros reformadores (algunos españoles, muchos de ellos judíos conversos) Julián Hernández participó en la edición del primer Nuevo Testamento en idioma español, fruto de la labor traductora del Dr. Juan Pérez de Pineda.

A pesar de ciertas dificultades, esta primera etapa se completó exitosamente. Pero lo peor estaba en el paso siguiente: introducir los ejemplares en España y distribuirlos. Cualquiera que fuese atrapado transportándolos o simplemente poseyéndolos sería quemado en la hoguera.

«Julianillo» era plenamente consciente de ello, tan consciente como lo era de su vocación irrenunciable.

Tras la fachada de un vendedor de telas (ocupación que en realidad cumplía) escondía su verdadero objetivo: el de «contrabandista» de Nuevos Testamentos.

Viajando por toda España, contactaba con los protestantes dispersos u ocultos, a los que llevaba la perla de la Palabra y noticias de sus hermanos.

Refiriéndose a Julianillo, De la Roa, sacerdote y escritor católico, escribió en su libro Historia de la Compañía de Jesús en Sevilla:

• “Con increíble habilidad encontraba entradas y salidas secretas, y el veneno de la nueva herejía se divulgó con gran velocidad por toda Castilla y Andalucía (…) Adonde ponía su pie comenzaba el incendio (…) Él mismo enseñó a los hombres y las mujeres en las malas doctrinas de los reformadores, logrando su fin con demasiado acierto, especialmente en Sevilla, donde formó, gracias a esto, un verdadero nido de herejes.”

 A todo esto, Julián Hernández solía decir: “Todos los que se crucen en mi camino, oirán mi testimonio”.

Continuará…